Acerca del sitio

Entre sus manos yacía su única herencia de un padre bibliófilo con tan pocos tornillos como centavos. El pergamino parecía antiguo, de cuántos años no sabría decir. Era de un color marrón muy oscuro y parecía manchado con rayas de tinta por todo lo largo. Era tan patético que lo consideraba un desperdicio tanto de papel como de tinta; la última gran muestra de locura de su progenitor, seguramente.

Tantos libros en la cabeza, tanta tinta acumulada en el índice por haber recorrido kilómetros de líneas escritas, tanta hambre que dejó de sentirla, el muy desgraciado, dejándosela toda a él.

Leer entre líneas era especialidad suya, y estaba seguro de que esta era la forma que su padre había escogido para reírse en su cara.

Cansado, padeciendo una furia fría encima del hambre y la sed, dejó el trozo de pergamino en la oxidada banca del parque; se marchó para no volver jamás, sin mirar atrás ni una sola vez.

Una pena saber leer entre líneas cuando no se sabe leerlas.

Se quedó entonces aquel tesoro muy bien enterrado en sí mismo, con miles de letras apretadas, formando palabras, formando oraciones, formando textos únicos. Lo mejor de la biblioteca mental de su padre meticulosamente escrito en treinta centímetros cuadrados.

***

Citas, cuentos y poemas. La variedad de autores más grande dentro de las posibilidades de los creadores. Libros de todos los temas, tamaños, colores y sabores.

lunes, 11 de febrero de 2013

"Cemí es una habanero del centro de la ciudad [...] Su cara tiene algo raro, una especie de tristeza irónica, parece decir, todo puede llegar a la grandeza, pero todo es una miseria, que le vamos a hacer." (Lezama Lima, José "Paradiso") .................................................................................................................................................. Otro buen fragmento de la novela de Lezama. Probablemente una de las mejores descripciones de un personaje, jamás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vamos, sabes que quieres comentar...