Acerca del sitio

Entre sus manos yacía su única herencia de un padre bibliófilo con tan pocos tornillos como centavos. El pergamino parecía antiguo, de cuántos años no sabría decir. Era de un color marrón muy oscuro y parecía manchado con rayas de tinta por todo lo largo. Era tan patético que lo consideraba un desperdicio tanto de papel como de tinta; la última gran muestra de locura de su progenitor, seguramente.

Tantos libros en la cabeza, tanta tinta acumulada en el índice por haber recorrido kilómetros de líneas escritas, tanta hambre que dejó de sentirla, el muy desgraciado, dejándosela toda a él.

Leer entre líneas era especialidad suya, y estaba seguro de que esta era la forma que su padre había escogido para reírse en su cara.

Cansado, padeciendo una furia fría encima del hambre y la sed, dejó el trozo de pergamino en la oxidada banca del parque; se marchó para no volver jamás, sin mirar atrás ni una sola vez.

Una pena saber leer entre líneas cuando no se sabe leerlas.

Se quedó entonces aquel tesoro muy bien enterrado en sí mismo, con miles de letras apretadas, formando palabras, formando oraciones, formando textos únicos. Lo mejor de la biblioteca mental de su padre meticulosamente escrito en treinta centímetros cuadrados.

***

Citas, cuentos y poemas. La variedad de autores más grande dentro de las posibilidades de los creadores. Libros de todos los temas, tamaños, colores y sabores.

lunes, 11 de febrero de 2013

"Miss me? I hope you did. I'm sure you did. Esa es la característica más humana que tengo: el egoísmo. De hecho, esa es la característica más humana que existe. Es tan fuerte el egoísmo que vive en cda uno de ustedes que estoy seguro que no es el amor el sentimiento que mueve a su mundo. No: es su majestad, El Egoísmo. Pero bueno, no estoy aquí --en algún planeta que la NASA no ha sido capaz de descubrir aún --para hablarte de algo que ya sabes. Estoy aquí para platicarte un rato. Y, ¿de qué te platico? Pues de lo que me toca platicar, ¿de que más? Y lo que me toca platicar es lo que pasó en el Palais de Tokio @ Paris. Total, ¿a cuánto queda este museo si te vas caminando del Costes? No me acuerdo bien, pero según yo se toma como media hora o cuatro, no sé..."(Leal, Gisela "El club de los abandonados") ........................................................................................................................................................ Todos tenemos un libro que leemos porque sabemos que nosotros mismos lo pudieramos haber escribido. O por lo menos yo lo tengo: es "El club de los abandonados" de Gisela Leal. Es, simplemente, un goce de libro. Divertídisimo y desmadroso y chistoso y, a veces, emotivo incluso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Vamos, sabes que quieres comentar...